Llego casa, ubicada a cuatro horas y media de mi ciudad natal, ahí donde la violencia, donde los vidrios rotos en las calles del centro, donde las granadas de gas lacrimógeno, ahí donde mis padres laboran día con día, en donde mi gente, amigos y maestros…no voy a favor de colgar noticias en mi muro de FB o Twitter y sentir que ya hice algo por cambiar el mundo. Pero lo he hecho. Subir imágenes del ex presidente de éste país “fotochopeado” para evidenciar su alcoholismo, su error en su sistema operativo, en sus decisiones, que son compradas por otros más poderosos que él. Y así sucesivamente, es común viendo a los poderosos siendo títeres de otros más poderosos. Alrededor del mundo la gente puede saber de esto, hablar de que este momento histórico del país, que refleja parte de la enorme manipulación del gobierno hacia el pueblo. Sin embargo, llego a casa, y veo las publicaciones de los que si colgaron en sus muros… entiendo entonces que no soy la única inconforme con la manipulación, con las falsas verdades, con la falta de conciencia. Entiendo que las redes sociales, funcionan hoy como medio informativo. No nos quedemos con las versiones de los medios distorsionados por el mismo poder. Veo imágenes tomadas por la gente que quiero y en la que confío, que vivió eso hoy en las calles y enuncian su confusión, su repudio. Entiendo también que aceptar esto es duro. Que no queremos en nuestras individualidades días tristes. Por eso reímos, por eso cantamos, por eso gozamos, por eso amamos, sólo que también por eso a veces evadimos. Me gusta hacer caso a la realidad terrenal, ésta en que vivimos. Esta realidad humana e imperfecta. Esta realidad material de cuerpos frágiles, que siendo máquinas perfectas en su naturaleza y grandeza, cristal son cuando a algún brote de violencia enfrentan. Las armas existen, están hechas para la matar, las armas están hechas para la destrucción, para la guerra. Me gusta construir mi mundo, habitable y apto para mí y para los seres que yo elijo para que habiten en él. Ahí en ese mundo convivo con vulnerabilidades, con gente verdadera que vive, ama, ríe, llora, juega pero que sobre todo cree. Los seres humanos reaccionamos. Somos si somos provocados. Me siento provocada… hoy quiero creer más. Hoy quiero transformar más. Hoy creo que crear redes amorosas, livianas, es más posible… aceptemos la realidad, no a la evasión. Veamos las cosas, abramos los ojos, hablemos de lo que está bien, hablemos de los vicios del hombre. Reparemos de a poco los nuestros, que seguro son varios. Compartamos con humildad, la verdad habita en nosotros. La naturaleza de las cosas, es otra cosa diferente a lo que hemos hecho del mundo. Veamos, desenmascaremos y seamos más honestos. Más simples, que en la simpleza y en la vulnerabilidad, está la verdadera fortaleza. El más débil es aquel que siempre quiere parecer fuerte. La grandeza del ser humano es la dialéctica. Todo lo que se eleva también se desvanece. Pero digamos día con día un sentir. Un mensaje. Desde el arte, desde la música, el teatro, desde las letras, desde la danza, la cocina, el diseño… desde el apodo que le queramos poner a nuestra acción de vida… no importa… me siento provocada… no sé que acontezca. Supongo que una serie de acciones insignificantes que de a poco cobrarán rumbo. Me es posible hacerlo. No es tarde.
Carta compartida por Yosoy132Madrid:
No permitas que nada sea considerado natural. En una época de confusión sangrienta, desorden ordenado, capricho planeado, y la humanidad deshumanizada, no vaya a ser que todas las cosas sean consideradas inalterables.
Bertolt Brecht
Nunca creeremos que este mal es irreversible, cuando menos, es redirigible. Se trata de nuestro destino. La historia es movimiento y estamos convencidos de que podemos cambiarla. Estamos aquí para pronunciarnos a favor de la justicia y de la democracia real en nuestro país, desde la solidaridad, desde el desenmascaramiento de los que mienten en nombre de la verdad y la justicia.
Sabemos que la verdad termina saliendo a la luz,
que no hay mentira tan bien contada que no se pueda desnudar.
Hoy 1 de diciembre de 2012 nos hemos vestido y organizado para la ocasión,
para hacernos presentes en un día que consideramos importante,
para decir la verdad,
que en nuestro país se ha jugado a que la vida no vale nada,
a que en México todo se puede.
Y resulta que el amor por la vida y su intensidad es lo más importante que tenemos, hablamos de la nuestra, de las suyas y de la vida de todos los que han desaparecido para ser cimiento del terror, de la amenaza, de la vida de todos los que han muerto para que se siembre la desconfianza y la pérdida de esperanza.
Pero esos muertos tienen en nosotros los vivos y convencidos, una voz unificada de miles de personas que creemos en la justicia y la paz, entre nosotros y para otros.
Los invitamos a compartir este modo de pensar, de vivir y de comportarse hacia los demás.
Paso a paso, día a día, vamos haciendo más fuerte el eco del mensaje de libertad que requiere nuestra sociedad.
Hemos venido aquí a decir que no estamos de acuerdo,
que la imposición nunca hará legitimo un gobierno,
y que bajo esa condición de ilegitimidad
nosotros nos pronunciamos desobedientes para callar y vivir en silencio esta inconformidad, reivindicando nuestro derecho a libertad de expresión y de pensamiento.
Ni siquiera los miles de kilómetros que nos separan hoy, son suficientes para ser insensibles o hacernos sentir demasiado lejos de este acontecimiento histórico, y nos asumimos parte de él junto a todos nuestros compañeros, que pondrán el cuerpo y la voz en el territorio nacional respondiendo a cada detalle del suceso.
Estaremos atentos, vigilantes, y dedicaremos nuestros mejores esfuerzos a señalar cualquier acción de las autoridades que vaya en contra de la liberta de expresión y del respeto a los derechos humanos.